Una salsa de cebolla, nata, vino blanco y caldo de pollo, nos sirven de salsa para unas pechugas de pollo que cocinaremos a la plancha.
Para hacer las pechugas de pollo con nata, lo primero que haremos será pochar la cebolla previamente cortada en trocitos, en una cazuela con aceite de oliva. Cuando esté transparente la cebolla, echaremos un chorrito de vino blanco y dejaremos que se evapore; luego el caldo de pollo, removeremos, y seguidamente añadiremos la nata.
Crearemos la salsa de las pechugas de pollo con nata, reduciendo el líquido a fuego lento. Añadiremos también sal y pimienta, y reservaremos.
Por otro lado, sazonaremos las pechugas con condimento para pollo, y las marcaremos en una plancha. Cuando estén doraditas, echaremos sobre éstas la crema de nata y cebolla, y ya tendremos las pechugas de pollo con nata.
Foto orientativa BocaDorada
La receta de pechugas de pollo con nata admite muchas variables. Se puede, por ejemplo, añadir algún tipo de fumet de pescado o de marisco a la nata, en vez del caldo de pollo; así como una crema de setas o champiñones, entre otras sugerencias.
El pollo en salsa de champiñones, con su nata, su cebolla y sus ajitos, es una de las formas más ricas y jugosas de preparar las pechugas de pollo.
Jugosos filetes de pechuga de pollo en salsa de tomate y cebolla. Una receta fácil, rápida y sabrosa. ¡Para chuparse los dedos!
Con espárragos blancos y patatas cocidas, vamos a servir este exquisito plato de pechuga de pollo empanada acompañada de un sofrito de cebolla y puerros.
Con esta receta conseguirás que las pechugas de pollo te queden jugosas y con un rico sabor agridulce. Los niños las devoran, y los no tan niños, también.
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